Los síntomas de la leucemia mieloide aguda pueden ser diferentes en cada persona. Entre los síntomas más comunes se cuentan los siguientes:
Sangrado que no se detiene con facilidad
Aparición de moretones con facilidad
Fiebre
Infecciones frecuentes o que regresan
Debilidad
Sensación de mucho cansancio (fatiga)
Palidez
Falta de aire
Dolor de pecho
Mareos
Dolores de cabeza
Visión borrosa
Dolores en la espalda, los huesos y las articulaciones
Encías hinchadas o sangrantes
Hinchazón de los ganglios linfáticos, del hígado o del bazo
Pérdida del apetito
Pérdida de peso no intencional
Sarpullidos de pequeñas manchas rojas o moradas y planas debajo de la piel (causadas por un sangrado)
Llagas o heridas que no se curan
Sudoración nocturna
Las mujeres pueden tener períodos menstruales intensos o que duran más de lo normal
Muchos de estos síntomas pueden deberse a otros problemas de salud más comunes. De hecho, es más probable que la mayoría de ellos tenga otra causa. Aun así, si tiene estos síntomas, es importante que consulte a su proveedor de atención médica. Solo el proveedor de atención médica puede decirle si tiene leucemia mieloide aguda, otro tipo de cáncer o alguna otra afección médica que tenga que tratar.