Existen diferentes componentes de la sangre que se le pueden transfundir a un adulto. Los glóbulos rojos son el tipo más común de transfusión de productos derivados de la sangre. Si su médico ha decidido que usted necesita una transfusión de sangre, o de productos derivados de la sangre, él le explicará las razones de la transfusión. Existen varias razones por las que se puede necesitar una transfusión sanguínea, incluyendo las siguientes:
Una pérdida repentina de sangre (a veces hasta un cuarto del volumen normal de sangre).
La pérdida anticipada o actual de sangre durante la cirugía.
Un nivel bajo de hemoglobina antes, durante o después de una cirugía.
Enfermedad pulmonar o cardiopatía grave.
Fallo de la médula ósea.
Anemia de moderada a grave.
La sangre humana está compuesta por un líquido llamado plasma que transporta los glóbulos rojos y blancos y las plaquetas. Cada componente de la sangre tiene funciones especiales y pueden separarse las unas de las otras. La médula ósea es el material blando y esponjoso situado en el centro de los huesos que produce la mayoría de las células sanguíneas del cuerpo.
Los glóbulos rojos llevan el oxígeno de los pulmones a otros órganos del cuerpo y bióxido de carbono a los pulmones. Un determinado número de estas células son necesarias para que el cuerpo funcione. La hemorragia debida a un traumatismo, cirugía o enfermedad puede producir un nivel bajo de glóbulos rojos.
Los glóbulos blancos combaten las infecciones destruyendo las bacterias, virus y otros gérmenes. Las transfusiones de glóbulos blancos se administran con poca frecuencia. Normalmente se reservan para las personas que tienen un bajo nivel de glóbulos blancos y una infección grave que no responde a la terapia con antibióticos.
Las plaquetas ayudan a controlar la hemorragia tapando los vasos sanguíneos abiertos por una lesión o una cirugía. Es posible que el cuerpo no pueda fabricar suficientes plaquetas debido a trastornos de la médula ósea, un aumento de la destrucción de las plaquetas o medicamentos como la quimioterapia. Las plaquetas pueden transfundirse antes de un procedimiento invasivo que pueda causar que una persona que tiene un nivel bajo de plaquetas tenga una hemorragia.
El plasma lleva las células sanguíneas por todo el cuerpo y contiene proteínas, vitaminas y minerales. Algunas de las proteínas ayudan a que la sangre se coagule. El plasma o el plasma fresco congelado puede transfundirse a personas que tienen una deficiencia grave de determinados componentes de coagulación de la sangre.
La sangre utilizada en la mayoría de los hospitales procede de donantes voluntarios. A los donantes no se les paga por dar sangre o productos derivados de la sangre. Cada donante de sangre debe responder a preguntas sobre su historia médica y se le realizará un examen físico limitado antes de ser aceptado como donante. Se analiza cuidadosamente la sangre donada en busca de los virus B y C, del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), de los virus linfotróficos de linfocitos "T" humanos (HTLV, por su sigla en inglés) I y II, de sífilis y del virus del Nilo occidental. Estas pruebas disminuyen las posibilidades de infecciones relacionadas con la transfusión.
La sangre se recolecta y almacena en bolsas estériles. Las bolsas se utilizan una vez y después se desechan. Antes de administrar la sangre, tienen que realizarse pruebas cruzadas con su propia sangre para asegurarse de que sea compatible. La sangre se administra a través de una aguja o catéter colocado en la vena. Se comprueba su temperatura, presión sanguínea y pulso muchas veces mientras se le está administrando la sangre. Puede tardar unas cuantas horas completar el proceso.
Una donación de sangre dirigida (o designada) es una transfusión en la que una persona dona la sangre que se reserva (en el momento de la transfusión) para la transfusión de un paciente específico en una fecha posterior. El donante normalmente es un miembro de la familia o un amigo que ha sido elegido por la familia del paciente. Consulte con su médico si usted está interesado en recibir más información sobre la donación dirigida. Se recomienda que las familias donen en nombre de una persona específica en vez de una donación dirigida, porque si la sangre dirigida no se necesita, se desecha. La donación de la sangre debe ser recibido entre un mes antes de la cirugía. Si no se usa, será desechada. Una donación autóloga es sangre recogida del paciente en preparación de una cirugía planeada.
No hay ninguna prueba de que los donantes dirigidos sean más seguros que los donantes voluntarios. No toda la sangre del donante dirigido será compatible con la sangre del paciente.
La mayoría de las transfusiones se realizan sin ningún problema. Los efectos secundarios leves pueden incluir síntomas de una reacción alérgica, como dolor de cabeza, fiebre, comezón, mayores esfuerzos para respirar o erupción. Este tipo de reacción puede tratarse normalmente con medicamentos, si usted llegara a necesitar más transfusiones. Las reacciones graves son poco frecuentes y pueden incluir dificultad para respirar, dolor en el pecho, bajadas bruscas de la presión arterial. Las reacciones de una transfusión pueden ocurrir aun cuando la sangre del donante es el tipo correcto. La transfusión de sangre del grupo incorrecto puede ser mortal, pero no es muy probable que suceda porque la sangre es revisada múltiples veces por el personal médico.