Son profesionales que evalúan y resuelven problemas relacionados con situaciones personales, familiares o sociales. Son esenciales en el equipo de rehabilitación interdisciplinario. Ayudan a dar asistencia al paciente y a la familia, coordinan la planificación de alta y los beneficios del seguro, y ayudan en caso de dificultades económicas y conflictos familiares.
Estos profesionales tienen, como mínimo, una maestría en trabajo social. Tienen al menos 2 años de empleo en el área de trabajo social clínico supervisado de posgrado. También existen doctorados en trabajo social.
Los trabajadores sociales clínicos trabajan en muchos entornos incluidos los siguientes:
Hospitales
Centros de atención psiquiátricos
Organizaciones comunitarias
Centros de salud laboral
Escuelas
Atención médica domiciliaria
Consultorios privados
Agencias de servicios sociales privadas
Reúnen los requisitos de proveedores aprobados en la mayoría de los planes de seguro y de atención administrada.