Es importante comunicarse con el proveedor de atención médica de su hijo en los siguientes casos:
Si su hijo no está comiendo o bebiendo bien.
Si tiene comportamiento antisocial o perturbador en la casa o la escuela.
Si hay señales de infección (las zonas de quemaduras en curación cambian y se vuelven rojas, calientes, inflamadas, extremadamente sensibles y tienen mal olor).
Si tiene comezón incontrolable.
Si la cicatriz se agrieta o se divide.
Si se presenta una contractura.
Si la quemadura está en una extremidad y el niño tiene dificultades para mover ese brazo o esa pierna o sus dedos.
Si hay una hinchazón excesiva de la zona lesionada.
Si la temperatura de su hijo es mayor que 101.5° F (38.6° C) medida por el recto o por la boca.
Si parece ser que el cambio del vendaje es doloroso para su hijo (usted podría querer discutir sobre calmantes con su proveedor de atención médica).