Prematuridad

¿Qué es la prematuridad?

Se considera que un bebé que nace antes de las 37 semanas de gestación es prematuro o nació antes de tiempo. Otros términos usados para la prematuridad son prematurez y pretérmino. El número de partos prematuros en los EE. UU. se incrementó entre 1990 y 2006, disminuyó hasta 2014 y, desde entonces, ha ido en aumento otra vez. Son los gemelos y otros hermanos mellizos los que más probablemente sean prematuros en comparación con los bebés nacidos en partos únicos. 

Muchos bebés prematuros pesan menos de 5 libras y 8 onzas (2,500 gramos). Se puede decir que son bebés con bajo peso al nacer. Los riesgos de la prematuridad son más altos en los bebés de menor edad gestacional y menos peso, pero los prematuros de más peso y más edad gestacional siguen estando en riesgo.

¿Cuáles son las causas de la prematuridad?

Un parto prematuro puede tener diversas causas. Aproximadamente 2 de cada 3 partos prematuros se deben a problemas que directamente provocan el trabajo de parto y el parto prematuros, como los que se describen a continuación. Otros problemas pueden causar una enfermedad a la madre o al bebé, y es necesario que el parto ocurra antes de tiempo. A veces, se desconoce la causa exacta de un parto prematuro. Esto puede ocurrir aunque la madre haya hecho todo bien durante el embarazo. 

Las cuatro cosas que pueden provocar el trabajo de parto prematuro son las siguientes:

  • Estar embarazada de más de un bebé

  • Tener sangrado u otros problemas uterinos

  • Estrés

  • Tener una infección en el útero o en cualquier otra parte del cuerpo

¿Quiénes están en riesgo de tener prematuridad?

Muchas mujeres no tienen factores de riesgo conocidos para tener un parto prematuro, pero varias cosas pueden aumentar la probabilidad de que esto ocurra.

Las mujeres con estos factores de riesgo son más propensas a parir antes de término:

  • Tener antecedentes de trabajo de parto prematuro o parto prematuro

  • Quedar embarazada poco tiempo después (menos de un año) de haber tenido un bebé

  • Estar embarazada de más de un bebé

  • Tener un cuello uterino o un útero anormales

  • Ser menor de 16 años o mayor de 35

  • Ser afroamericano

  • Tener problemas de salud, como presión arterial alta, diabetes, enfermedades cardíacas, enfermedades renales o niveles altos de estrés social o psicológico

  • Tabaquismo

  • Consumir drogas ilegales, como la cocaína

Además, las mujeres que tienen cualquiera de estos problemas durante el embarazo son más propensas a tener un parto prematuro:

  • Infecciones

  • Presión arterial alta

  • Diabetes

  • Problemas de coagulación

  • Problemas con la placenta

  • Sangrado vaginal

Algunos problemas del desarrollo en los bebés recién nacidos también pueden provocar el parto prematuro.

¿Cuáles son los síntomas de la prematuridad?

El aspecto de un bebé prematuro y la forma en la que actúa dependen de qué tan prematuramente nace. Los siguientes son los síntomas más comunes de un bebé prematuro:

  • Tamaño pequeño. Los bebés prematuros suelen pesar menos de 5 libras y 8 onzas (2,500 gramos).

  • Piel fina, brillante, rosada o enrojecida, en función de qué tan temprano nació el bebé. Tal vez pueda verle las venas a través de la piel.

  • Poca grasa corporal.

  • Poco cabello en el cuero cabelludo. Sin embargo, el bebé puede tener una gran cantidad de vello corporal suave (lanugo), según qué tan temprano nació.

  • Llanto débil y dificultades para respirar por la falta de desarrollo pulmonar.

  • Falta de tono muscular.

  • Genitales masculinos y femeninos que no se han desarrollado por completo.

Los síntomas de la prematuridad pueden ser similares a los de otras afecciones. Procure que un proveedor de atención médica vea a su hijo para obtener un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la prematuridad?

Se considera que un bebé que nace antes de las 37 semanas de gestación es prematuro o nació antes de tiempo. Se define a la prematuridad de la siguiente forma:

  • Bebés que nacen a término temprano. Bebés que nacen entre las 37 semanas y las 38 semanas y 6 días de gestación. Estos bebés nacen antes de término, pero no son prematuros.

  • Bebés prematuros tardíos. Bebés que nacen entre las 34 semanas y las 36 semanas y 6 días de gestación.

  • Bebés muy prematuros. Bebés que nacen a las 32 semanas de gestación o antes.

  • Bebés extremadamente prematuros. Bebés que nacen a las 28 semanas de gestación o antes.

¿Cómo se trata la prematuridad?

El tratamiento dependerá de los síntomas, de la edad y del estado de salud general de su hijo. También, de la gravedad de la afección.

El tratamiento puede incluir lo que se detalla a continuación:

  • Corticoesteroides que se administran a la madre antes del parto prematuro para ayudar a que los pulmones y otros órganos del bebé crezcan y maduren.

  • Vigilancia de la temperatura, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la respiratoria, y los niveles de oxígeno del bebé.

  • Camilla con control de temperatura o incubadora

  • Oxígeno que se suministra a través de una mascarilla o un respirador

  • Líquidos, alimentación o medicamentos por vía intravenosa

  • Alimentación especial con sonda en el estómago si el bebé no puede succionar

  • Radiografías u otras pruebas de diagnóstico por imágenes

  • Contacto piel con piel con los padres (método de la madre canguro)

¿Cuáles son las complicaciones posibles de la prematuridad?

Un neonatólogo es el profesional que atiende a los bebés prematuros. Se trata de un médico que recibió capacitación especial para atender a los recién nacidos. Hay otros especialistas que también pueden atender a los bebés, lo que depende de sus problemas de salud.

Los bebés prematuros nacen antes de que sus cuerpos y sus aparatos y sistemas estén totalmente maduros. Estos bebés son más pequeños de lo que hubieran sido si nacían a término completo. Tal vez necesiten ayuda para respirar, comer, combatir las infecciones y mantenerse calientes. Los bebés extremadamente prematuros, aquellos que nacen antes de las 28 semanas de gestación, son los que tienen más riesgo de sufrir problemas. Sus órganos, aparatos y sistemas no está listos para la vida por sí solos fuera del útero materno. Y tal vez estén muy inmaduros para funcionar bien, incluso con el apoyo de los cuidados intensivos.

Algunos de los problemas que los bebés prematuros pueden tener incluyen los siguientes:

  • Problemas para mantener estable la temperatura corporal o mantenerse calientes.

  • Problemas respiratorios, entre ellos, problemas graves a corto plazo y crónicos.

  • Problemas con la presión arterial por la inmadurez de diferentes aparatos y sistemas (especialmente presión arterial baja las primeras horas y los primeros días).

  • Problemas de la sangre, por ejemplo, recuentos bajos de glóbulos rojos (anemia), color amarillento de la piel por la descomposición de los glóbulos rojos (ictericia).

  • Problemas renales por la falta de madurez.

  • Problemas digestivos, entre ellos, inmadurez en la capacidad de absorción y digestión. La mayoría de los bebés prematuros necesita alimentación por vía intravenosa durante algún tiempo al nacer. En algunos casos, partes del intestino pueden inflamarse y morir (enterocolitis necrotizante). Con frecuencia, los bebés no pueden alimentarse por la boca hasta más cerca de la fecha de parto y será necesario alimentarlos por sonda. El mejor alimento es la leche de su madre. Si esto no es posible, la leche materna de una donante proveniente de un banco de leche es la alternativa más segura.

  • Problemas del sistema nervioso, entre ellos, hemorragias cerebrales o convulsiones.

  • Infecciones.

Los bebés prematuros también pueden tener problemas de salud crónicos. En general, cuanto más prematuro sea el bebé, más graves y duraderos pueden ser los problemas de salud.

¿Se puede prevenir la prematuridad?

Cada vez más bebés sobreviven, aunque hayan nacido antes de tiempo y sean muy pequeños.  Sin embargo, de ser posible, lo mejor es prevenir el trabajo de parto prematuro.

Es importante recibir buena atención prenatal durante el embarazo. Su proveedor de atención médica puede ayudarla a detectar los problemas y sugerir cambios en el estilo de vida para reducir el riesgo de que tenga trabajo de parto y parto prematuros. Algunas formas de ayudar a prevenir la prematuridad incluyen las siguientes:

  • Deje de fumar, si lo hace. Debe dejar de fumar antes de quedar embarazada.

  • Averigüe si tiene riesgo de parto prematuro.

  • Infórmese sobre los síntomas del parto prematuro.

  • Reciba tratamiento para el parto prematuro.

Su proveedor de atención médica puede darle la hormona progesterona si usted corre un riesgo alto de tener un parto prematuro. La progesterona puede ayudarla si tuvo antes un parto prematuro. 

¿Cómo se maneja la prematuridad?

Los bebés prematuros suelen necesitar tiempo para compensar su desarrollo y crecimiento. En el hospital, este tiempo de compensación puede significar aprender a comer y dormir, así como aumentar de peso de forma constante. Es posible que los bebés deban permanecer hospitalizados hasta que lleguen a la fecha de parto. Puede que reciban atención en una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN).

Hable con el proveedor de atención médica de su bebé sobre cuándo podrá irse el niño a casa. En general, los bebés pueden irse a casa cuando:

  • No tienen afecciones graves.

  • Pueden mantenerse calientes en una cuna abierta sin el agregado de calor.

  • Se alimentan por la boca y mantienen la tasa de crecimiento prevista.

  • No tuvieron recientemente períodos sin respiración (apnea) o baja frecuencia cardíaca.

Antes del alta, se debe hacer a los bebés prematuros un examen de la vista y una prueba de audición para comprobar si hay problemas relacionados con la prematuridad. Antes de que su bebé pueda irse a casa, usted debe ser capaz de cuidarlo, darle los medicamentos y alimentarlo. También necesitará información sobre las visitas de control al proveedor de atención médica del bebé y acerca de las vacunas. Muchos hospitales tienen programas especiales de control para los bebés prematuros y con bajo peso al nacer.

Aunque en otros aspectos estén listos para irse a casa, algunos bebés tendrán necesidades especiales, lo que incluye oxígeno extra o sondas de alimentación. Aprenderá cómo cuidar de su bebé si el pequeño necesita estas cosas. El personal del hospital puede ayudarlo a organizar la atención domiciliaria especial.

Pregúntele al proveedor de atención médica de su bebé sobre quedarse una noche en una sala para padres del hospital, antes de que a su bebé le den el alta. Esto puede ayudarlo a adaptarse a los cuidados de su bebé mientras los proveedores están cerca para brindarle ayuda y confianza. Además, tal vez se sienta más seguro para llevar a su bebé a casa si conoce las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y está al tanto de las medidas de seguridad para los bebés.

Los bebés prematuros tienen más riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Siempre debe acostar a su bebé boca arriba para dormir.

Puntos clave sobre la prematuridad

  • Se considera que los bebés que nacen antes de las 37 semanas de gestación son prematuros o nacieron antes de tiempo.

  • Además, muchos bebés prematuros pesan menos de 5 libras y 8 onzas (2,500 gramos). Se puede decir que son bebés con bajo peso al nacer.

  • Los bebés prematuros pueden tener problemas de salud crónicos. En general, cuanto más prematuro sea el bebé, más graves y duraderos pueden ser los problemas de salud.

  • La atención prenatal es un factor fundamental en la prevención de los partos prematuros y los bebés con bajo peso al nacer.

  • Los bebés prematuros tienen más riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).

Próximos pasos

Consejos para ayudarlo a aprovechar al máximo la visita con el proveedor de atención médica de su hijo:

  • Tenga en claro la razón de la visita y qué quiere que suceda.

  • Antes de la visita, anote las preguntas que quiere hacer.

  • En la visita, anote el nombre de los nuevos diagnósticos y de todo nuevo medicamento, tratamiento o prueba. También anote las instrucciones que el proveedor le da para el niño.

  • Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo esto ayudará a su hijo. Conozca los efectos secundarios.

  • Pregunte si la afección de su hijo se puede tratar de otra forma.

  • Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.

  • Sepa qué esperar si su hijo no toma el medicamento o si no se realiza la prueba o el procedimiento.

  • Si su hijo tiene una visita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo esta.

  • Sepa cómo comunicarse con el proveedor fuera del horario de atención. Esto es importante en caso de que su hijo se enferme y usted tenga preguntas o necesite ayuda.

Revisor médico: Donna Freeborn PhD CNM FNP
Revisor médico: Kimberly Lee MD
Revisor médico: Stacey Wojcik MBA BSN RN
Última revisión: 3/1/2023
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