El cáncer se produce cuando las células comienzan a cambiar (mutar) y a multiplicarse de manera descontrolada. Las células que mutan (anormales) crecen hasta formar un bulto o una masa llamada tumor. Las células cancerosas también pueden crecer en zonas cercanas (invadirlas). También pueden propagarse a otras partes del cuerpo. Este proceso se denomina metástasis.
El cáncer de tiroides se inicia en las células que conforman la glándula tiroides. La glándula tiroides produce hormonas que ayudan a controlar muchos procesos en su cuerpo. Es parte del sistema endocrino. Su tiroides está en la parte delantera de su cuello, sobre su tráquea. Tiene forma de mariposa con dos lóbulos: uno derecho y uno izquierdo. Los lóbulos están unidos por un puente de tejido llamado istmo.
La tiroides está compuesta por dos tipos principales de células. Las células foliculares producen y almacenan hormonas tiroideas, que controlan el metabolismo. Las células C, o células parafoliculares, producen la hormona calcitonina. Controlan los niveles de calcio en su cuerpo. Los diferentes tipos de cáncer de tiroides comienzan en los diferentes tipos de células.
Hay cinco tipos principales de cáncer (carcinoma) de tiroides:
El carcinoma papilar es el tipo más común y representa aproximadamente 8 de cada 10 cánceres de tiroides. Comienza en las células foliculares. Por lo general comienza en un lóbulo y crece lentamente.
El carcinoma folicular también comienza en las células foliculares, pero es mucho menos común.
El carcinoma de células de Hurthle es poco frecuente. Comienza en un cierto tipo de célula folicular llamada célula de Hurthle.
El carcinoma medular de tiroides (MTC) comienza en las células C. A veces, se ha propagado a otras partes del cuerpo antes de ser detectado.
El carcinoma anaplásico es un cáncer poco común derivado de células foliculares. Se propaga rápidamente y es difícil de tratar.
Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta las probabilidades de tener una enfermedad. A veces, es posible que no se pueda determinar la causa exacta de un cáncer. Pero los factores de riesgo pueden aumentar las probabilidades de su aparición. Algunos factores de riesgo no se pueden controlar. Pero hay hábitos que sí se pueden cambiar.
Los factores de riesgo de cáncer de tiroides incluyen los siguientes:
Ser mujer
Edad mediana o avanzada
Antecedentes de exposición a la radiación, por ejemplo, haber recibido tratamiento médico con radiación en la cabeza o el cuello cuando era niño o haber estado expuesto a la lluvia radiactiva de armas nucleares o a un accidente en una planta de energía, aumentan su riesgo
Herencia asiática
Antecedentes familiares de cáncer de tiroides y enfermedad de la tiroides.
Ciertas afecciones genéticas, como el cáncer medular de tiroides familiar (FMTC), el síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2A (MEN2A) o el síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2B (MEN2B)
Una tiroides agrandada (bocio)
Hable con el proveedor de atención médica sobre sus factores de riesgo de cáncer de tiroides y pregúntele qué puede hacer al respecto.
Es normal tener pocos síntomas, o ninguno, al principio. Uno de los síntomas más comunes es un bulto (crecimiento) llamado nódulo en el cuello. Esto se puede encontrar durante un examen físico de rutina o usted mismo puede notarlo. Otros síntomas pueden comenzar a medida que el tumor crece e incluyen lo siguiente:
Un bulto o una hinchazón sobre la tiroides o en otra parte del cuello
Una tos que no desaparece y no se debe a un resfriado
Ronquera u otros cambios en la voz que no se van
Dolor de cuello o garganta (generalmente en la parte frontal del cuello, cerca de la nuez de Adán, y se extiende hasta las orejas)
Glándulas inflamadas (ganglios linfáticos) en el cuello
Dificultad para respirar que se siente como si respirara por una pajilla
Dificultad para tragar o dolor al hacerlo
La mayoría de los nódulos en la tiroides no son cáncer. Y muchos de estos síntomas pueden deberse a otros problemas de salud. Es importante consultar con un proveedor de atención médica si observa que tiene alguno. Solo un proveedor de atención médica puede determinar si tiene cáncer.
Si el proveedor de atención médica considera que puede tener cáncer de tiroides, tendrá que hacerse determinados exámenes y pruebas para confirmarlo. El proveedor de atención médica le preguntará acerca de la historia clínica, los síntomas, los factores de riesgo y los antecedentes familiares de enfermedades. También le hará una exploración física. También es posible que le hagan algunas pruebas, como análisis de sangre o una ecografía.
Una biopsia es la única forma de saber con certeza si tiene cáncer de tiroides. Esto generalmente se hace mediante aspiración con aguja fina. Se inserta una pequeña aguja a través de la piel hasta la tiroides. Se toman trozos pequeños de tejido de la tiroides y se analiza si hay cáncer. Los resultados estarán listos en aproximadamente una semana.
Después del diagnóstico de cáncer de tiroides, necesitará más pruebas. Estas pruebas permiten que los proveedores de atención médica obtengan más información sobre el cáncer y su salud general. Se utilizan para estadificar el cáncer. El estadio se refiere a la cantidad de cáncer y el grado de propagación (metástasis) en el cuerpo. Es uno de los factores más importantes a la hora de tomar una decisión con respecto al tratamiento.
Una vez que se identifique el estadio del cáncer, el proveedor de atención médica le dirá qué tipo de tratamiento es más conveniente según ese estadio. Pídale al proveedor de atención médica que le dé detalles del cáncer de una manera que usted pueda comprender.
Las opciones de tratamiento dependen del tipo de cáncer de tiroides que tenga, los resultados de las pruebas, el estadio del cáncer y su salud en general. La mayoría de los cánceres de tiroides tardan en crecer y propagarse (hacer metástasis). Pero algunos tipos pueden crecer y propagarse rápidamente. Su proveedor los tratará de manera diferente.
El objetivo del tratamiento podría ser curar o controlar el cáncer, o mitigar los problemas que causa. Hable con el equipo de atención médica sobre sus opciones de tratamiento, los objetivos del tratamiento y cuáles pueden ser los riesgos y los efectos secundarios. También debe tenerse en cuenta si el cáncer se puede extirpar con cirugía y sus preferencias.
El tratamiento contra el cáncer puede ser localizado o sistémico. Los tratamientos localizados permiten eliminar, destruir o controlar las células cancerosas en una zona determinada. La cirugía y la radiación son tratamientos localizados. El tratamiento sistémico se utiliza para destruir o controlar las células cancerosas que pueden haberse propagado por el cuerpo. La quimioterapia y la terapia dirigida son tratamientos sistémicos cuando se administran en pastillas o en inyecciones. Puede recibir un solo tratamiento o una combinación de tratamientos.
El cáncer de tiroides puede tratarse de las siguientes formas:
Cirugía
Yodo radiactivo
Tratamiento con hormonas tiroideas
Radioterapia externa
Quimioterapia
Terapia dirigida
Hable con los proveedores de atención médica sobre las opciones de tratamiento. Haga una lista de preguntas. Piense acerca de los beneficios y los posibles efectos secundarios de cada opción. Hable con el proveedor de atención médica sobre todas las inquietudes antes de tomar una decisión.
Los tratamientos contra el cáncer, como la radioterapia y la quimioterapia, pueden dañar las células normales. En consecuencia, puede haber efectos secundarios, como pérdida de pelo, llagas en la boca y vómitos. Hable con el proveedor de atención médica sobre los efectos secundarios relacionados con el tratamiento del cáncer. Suele haber formas de controlarlos. Tal vez haya medidas que puedan tomarse y medicamentos que puedan administrarse para prevenir muchos de los efectos secundarios del tratamiento o mantenerlos bajo control.
Muchas personas se sienten preocupadas, tristes y estresadas cuando les diagnostican un cáncer. Recibir tratamiento contra el cáncer puede ser difícil para la mente y el cuerpo. Hable con el equipo de atención médica acerca de cualquier problema o inquietud que tenga. Colaboren para mitigar las consecuencias del cáncer y los síntomas en la vida diaria.
Además:
Hable con sus amigos o familiares.
Pida ayuda a su equipo de atención médica o a un trabajador social.
Consulte con un consejero.
Consulte con un asesor espiritual.
Pregúntele a su equipo de atención médica acerca de los medicamentos para la ansiedad o la depresión.
Mantenga una vida social activa.
Únase a un grupo de apoyo para el cáncer en línea o en persona.
El tratamiento contra el cáncer también puede afectar el cuerpo de manera significativa. Para mantenerse sano, haga lo siguiente:
Lleve una alimentación saludable, con la mayor cantidad posible de alimentos con proteínas.
Beba mucha agua, jugos de frutas y otros líquidos.
Haga ejercicio físico.
Descanse lo necesario.
Hable con el equipo de atención médica acerca de las maneras de controlar los efectos secundarios del tratamiento.
Adminístrese los medicamentos tal como se lo haya indicado el equipo.
El proveedor de atención médica le indicará cuándo debe llamar. Le dirán que llame si presenta cualquiera de los siguientes síntomas:
Síntomas nuevos o que empeoran
Signos de infección, como fiebre
Efectos secundarios del tratamiento que afectan la función diaria o que no mejoran con el tratamiento
Pregunte al proveedor de atención médica a qué signos debe prestar atención y cuándo debe llamarlo. Sepa cómo obtener ayuda fuera del horario de atención del consultorio y durante los fines de semana o los feriados.
Consejos para aprovechar al máximo la visita con el proveedor de atención médica:
Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.
Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.
Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice el proveedor.
En la consulta, anote el nombre de cualquier diagnóstico nuevo y de las pruebas, los medicamentos o los tratamientos nuevos. También anote las instrucciones que el proveedor le indique.
Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo lo ayudará. Conozca los efectos secundarios.
Pregunte si la afección se puede tratar de otra forma. Es posible que pueda participar en un ensayo clínico en el que se busquen nuevos tratamientos para su tipo de cáncer.
Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se hace la prueba o el procedimiento.
Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.
Sepa cómo comunicarse con el proveedor si tiene preguntas.