La contaminación atmosférica es la presencia de sustancias perjudiciales en el aire que respiramos. Las agencias y organizaciones nacionales informan lo siguiente:
La contaminación atmosférica proviene de muchas fuentes. Algunas de estas fuentes son las actividades industriales, la combustión fija, los vehículos en las carreteras y los medios de transporte que no son terrestres (aviones, trenes y barcos). Estas fuentes emiten contaminantes como dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono, plomo, ozono y partículas.
Prácticamente 5 de cada 10 estadounidenses viven en áreas con niveles de ozono (esmog) o partículas (hollín) poco saludables. Las personas vulnerables son los bebés, niños pequeños, adultos mayores y quienes padecen enfermedades pulmonares crónicas, como asma y EPOC.
La contaminación atmosférica tiene muchos efectos perjudiciales para la salud. Los niveles de contaminación atmosférica están relacionados con el aumento de problemas respiratorios. Esto incluye el asma. También están relacionados con la muerte prematura, el cáncer y el daño crónico de los sistemas respiratorio y cardiovascular.
La iniciativa “Healthy People 2020” identifica los objetivos nacionales para los próximos 10 años a fin de mejorar la salud de los estadounidenses.
La prevención de la contaminación atmosférica es un proyecto importante de las agencias ambientales y de salud pública.