Un informe patológico es un informe médico sobre una muestra de tejido, sangre o un órgano que se ha analizado. El especialista que realiza el análisis se llama patólogo. El patólogo elabora un informe para el proveedor de atención médica que lo ha solicitado o que ha tomado la muestra. El proveedor utiliza los informes patológicos para determinar un diagnóstico o un plan de tratamiento para una afección o enfermedad específicas.
En la mayoría de los casos, un informe patológico contiene la siguiente información:
Su nombre e información que lo identifica, como su fecha de nacimiento, su número de identificación de paciente o el número de su historia clínica.
Un número de caso. Este número se utiliza para identificar su muestra.
La fecha y el tipo de intervención utilizada para tomar la muestra. Por ejemplo, un análisis de sangre, una cirugía o una biopsia.
Sus antecedentes médicos y su diagnóstico actual.
Una descripción general de la muestra recibida en el laboratorio.
Una descripción detallada de lo que ve el patólogo durante el análisis microscópico de la muestra.
El diagnóstico final. El proveedor de atención médica se basa en el diagnóstico final para determinar la mejor opción de tratamiento.
El nombre y la firma del patólogo, y el nombre y el domicilio del laboratorio.
Por ley, usted tiene derecho a obtener una copia de su historia clínica. Puede comunicarse con su proveedor de atención médica y solicitarle una copia de su informe patológico. Los procedimientos para obtener la historia clínica pueden variar según el estado y según el centro. Puede que tenga que pagar para obtener el informe. Es importante conservar copias de los informes patológicos, ya que se utilizan para determinar el diagnóstico y el tratamiento. Además, el informe los ayudará a usted y a su proveedor de atención médica (y a cualquier otro proveedor) a comprender mejor su afección.