Vaginitis se refiere a una inflamación o infección de la vagina. Es un problema ginecológico común para las mujeres de todas las edades. Un tercio de las mujeres tienen por lo menos un tipo de vaginitis en algún momento de sus vidas. Cuando las paredes de la vagina se inflaman, debido a algún irritante que ha perturbado el equilibrio del área vaginal, se produce la vaginitis.
Las bacterias, los hongos, los virus o los productos químicos de las cremas o los espray y hasta la ropa pueden causar vaginitis. A veces, la vaginitis se produce debido a organismos que se transmiten entre parejas sexuales. Además, el medioambiente vaginal se puede ver afectado por una cantidad de factores diversos. Por ejemplo, la salud de la mujer, la higiene personal, los medicamentos, las hormonas (en especial el estrógeno) y la salud del compañero sexual. Una perturbación de cualquiera de estos factores puede causar la vaginitis.
A continuación, se enumeran los tipos más comunes de vaginitis:
Candida o infección por hongos
Vaginosis bacteriana
Vaginitis por trichomoniasis
Vaginitis viral
Vaginitis no infecciosa
Cada uno de estos tipos de infección tiene una causa diferente y presenta síntomas diferentes. Esto con frecuencia dificulta el diagnóstico. Además, uno o más tipos de vaginitis pueden estar presentes al mismo tiempo. Su proveedor de atención médica considerará también otras causas del flujo vaginal. Estas incluyen gonorrea y clamidia. Sin embargo, estos organismos no infectan la vagina directamente. Si no se tratan, las infecciones por gonrrea y clamidia pueden derivar en afecciones graves, como enfermedad inflamatoria pélvica ("PID", por sus siglas en inglés). Esta afección aumenta el riesgo de la mujer de tener problemas como infertilidad, adherencias pélvicas, dolor pélvico crónico y embarazo ectópico (en las trompas). La clamidia es una de las enfermedades de trasmisión sexual más comunes en los Estados Unidos. Generalmente las personas afectadas no se enteran de que la tienen.
Las infecciones por hongos, como se las denomina comúnmente, son producidas por una especie de hongo conocido como la candida, que normalmente viven en la vagina en pequeñas cantidades. La candida también puede estar presente en la boca y el tracto digestivo de hombres y mujeres.
Los hongos normalmente están presentes y bien equilibrados en la vagina. La infección se produce cuando algo en el sistema de la mujer altera este equilibrio normal. Por ejemplo, un antibiótico para tratar otra infección podría alterar este equilibrio. En este caso, el antibiótico mata la bacteria que normalmente protege y mantiene en equilibrio los hongos en la vagina. A su vez, la cantidad de hongos aumenta, lo que causa una infección. Entre otros factores que causan este desequilibrio se encuentra el embarazo, que cambia los niveles hormonales. La diabetes también puede participar porque permite que haya demasiada azúcar en la orina y en la vagina.
A continuación se mencionan los síntomas más comunes de la infección por candida:
Una secreción vaginal blanca, espesa como queso cottage (es aguada y por lo general inodora)
Comezón y enrojecimiento de la vulva y la vagina
Dolor al orinar o tener relaciones sexuales
Los síntomas de una infección vaginal por candida pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas médicos. Hable siempre con su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico preciso.
Aunque cualquier mujer puede desarrollar una infección por hongos, las siguientes tienen un riesgo mayor de contraer la afección:
Mujeres que han tomado antibióticos recientemente
Mujeres embarazadas
Mujeres con diabetes que no está bien controlada
Mujeres con VIH
Mujeres que utilizan medicamentos inmunodepresores
Mujeres que usan anticonceptivos con altos niveles de estrógeno
Mujeres que están en tratamiento con coricoesteoides (hacen más lento el sistema inmunitario)
Además de la historia clínica y un examen físico y pélvico completo, los procedimientos para diagnosticar las infecciones vaginales por candida con frecuencia incluyen un examen microscópico de la secreción vaginal.
El tratamiento de la candidiasis puede incluir:
Cremas y supositorios vaginales antimicóticos
Tabletas vaginales
Medicamentos antomicóticos orales
Las infecciones vaginales por hongos son las comúnmente más comentadas. La vaginosis bacteriana es, de hecho, el tipo más común de vaginitis en mujeres en edad reproductiva. Esta infección es causada por una bacteria, no por un hongo. En el caso de una infección de vaginosis bacteriana, algunas especies de bacterias vaginales normales crecen hasta estar fuera de control y producir inflamación.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la vaginosis bacteriana:
Una secreción lechosa, liviana en ocasiones o una secreción espesa y gris, y a veces verde
Secreción con olor "a pescado"
Los síntomas de la vaginosis bacteriana pueden parecerse a los de otras afecciones. Hable siempre con su proveedor de atención médica para recibir un diagnóstico.
La causa de la vaginosis bacteriana son bacterias. Generalmente se trata con antibióticos.
La tricomoniasis, tricomonas, o tric, como se la denomina comúnmente es una infección de transmisión sexual. Es causada por un parásito de una célula llamado Trichomonas vaginalis. Se transmite entre la pareja durante las relaciones sexuales. Dado que la mayoría de los hombres no presenta síntomas de tricomoniasis, la infección con frecuencia no se diagnostica hasta que la mujer desarrolla síntomas de vaginitis.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la tricomosiasis:
Una secreción espumosa, verde amarillenta, con frecuencia con olor a moho
Comezón o ardor en la vulva y en la vagina y alrededor de estas
Hinchazón o enrojecimiento en la abertura de la vagina
Sangrado leve, especialmente después de la relación sexual
Sensación de ardor al orinar
Molestia en la parte inferior del abdomen
Dolor durante las relaciones sexuales
Algunas mujeres con tricomoniasis no tienen síntomas. Los síntomas de la tricomoniasis pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas médicos. Hable siempre con su proveedor de atención médica para recibir un diagnóstico.
La pareja debe recibir tratamiento para la tricomoniasis para evitar una reinfección. El tratamiento por lo general involucra la toma de antibióticos por vía oral. Si una mujer tiene más de una pareja sexual, cada uno (y cualquier otra pareja que tengan) debe recibir tratamiento.
Los virus son una causa común de la vaginitis y la mayoría se transmite a través del contacto sexual. Un tipo de virus que causa vaginitis viral es el virus del herpes simple (VHS, o simplemente herpes). El síntoma principal es el dolor en le área genital relacionado a lesiones y aftas. Estas aftas con frecuencia se ven en la vulva o en la vagina, pero en ocasiones están dentro del a vagina. Solo pueden detectarse durante un examen pélvico. Una vez que la mujer tiene el herpes dentro suyo, el estrés o las situaciones emocionales pueden ser un factor que desencadene un episodio de herpes.
Otra fuente de vaginitis viral es el virus de papiloma humano (VPH), un virus que también se transmite mediante el contacto sexual. El VPH es la causa principal de cáncer cervical en las mujeres. El virus también puede hacer que crezcan verrugas indoloras en la vagina, el recto, la vulva o la ingle. Sin embargo, no siempre hay verrugas visibles. El virus por lo general se encuentra mediante un análisis para VPH que se realiza con un Papanicolau.
Una vacuna contra VPH puede prevenir la infección por cepas específicas del VPH que causa la mayoría de los cánceres cervicales. Pero no tratan una infección existente de VPH ni las verrugas genitales. La vacunas también resulta eficaz contra las verrugas genitales, así como también contra algunos cánceres de la vulva, la vagina y el ano. La vacuna se administra a mujeres de entre 9 y 26 años, preferentemente antes de que se vuelvan sexualmente activas. Hable con su proveedor de atención médica para más información.
No existe cura para la vaginitis viral. Sin embargo, los brotes de herpes simple pueden ser tratados con antivirales como el aciclovir, el valaciclovir o el farmciclovir. Aunque estos medicamentos no matan el virus, pueden disminuir el dolor y acortar la duración del brote.
La mayoría de las infecciones por HPV se resuelven entre los 6 y 12 meses. Algunas infecciones son persistentes y pueden causar algunos cáncer de vulva, vagina y ano. Ya no se recomienda que las mujeres menores a 30 años sean examinadas por HPV. Se recomienda que tanto hombres como mujeres reciban una vacuna de HPV. La vacuna se administra a niños y adultos jóvenes de entre 9 y 26 años, preferiblemente antes de que se vuelvan sexualmente activos.
La vaginitis no infecciosa por lo general se refiere a una irritación de la vagina sin la presencia de una infección. Lo más frecuente es que la causa sea una reacción alérgica, o una irritación, debido a spray vaginales, duchas vaginales o productos espermicidas. La vaginitis no infecciosa también puede deberse a la sensibilidad a los jabones, detergentes o suavizantes para ropa perfumados.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la vaginitis no infecciosa:
Comezón vaginal
Ardor vaginal
Secreción vaginal
Dolor pélvico (en especial durante las relaciones sexuales)
Los síntomas de la vaginitis no infecciosa pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas médicos. Hable siempre con su proveedor de atención médica para recibir un diagnóstico.
El tratamiento de la vaginitis no infecciosa depende en gran medida de la causa. Si se inció por una reacción a un elemento irritante, se lo debe evitar.