La rehabilitación pulmonar es un programa con supervisión médica para personas que padecen enfermedades pulmonares crónicas. También puede implementarse antes o después de una cirugía pulmonar. Algunas de las afecciones pulmonares de los participantes incluyen las siguientes:
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que incluye efisema y bronquitis crónica;
enfermedad pulmonar intersticial, como sarcoidosis y fibrosis; y
fibrosis quística.
Los objetivos de la rehabilitación pulmonar son ayudar a las personas a lograr lo siguiente:
sufrir menos síntomas y menos complicaciones;
requerir menos visitas a la sala de emergencia e internaciones;
mejorar su actividad diaria;
alcanzar la mayor independencia posible; y
tener una mejor calidad de vida.
Los programas de rehabilitación pulmonar pueden desarrollarse en hospitales u otros establecimientos. Pueden estar destinados a pacientes internados o ambulatorios. El equipo de rehabilitación pulmonar puede estar integrado por numerosos profesionales de la salud capacitados, incluidos los siguientes especialistas:
neumonólogo, un especialista en enfermedades pulmonares;
cirujano torácico (del pecho);
fisiatra, un especialista en rehabilitación;
internistas;
enfermero(a)s;
terapeutas respiratorios;
dietistas o nutricionistas;
fisioterapeutas;
terapeutas ocupacionales;
trabajadores sociales; y
otros terapeutas y asesores.
Los programas de rehabilitación pulmonar son específicos para cada persona. Los pacientes y sus familias participan activamente.
Los programas de rehabilitación pulmonar pueden incluir lo siguiente:
ayuda con medicamentos;
ejercicios respiratorios para mejorar la función pulmonar y la capacidad de realizar actividades cotidianas;
ejercicios de estiramiento para mejorar la flexibilidad;
ejercicios con pesas para mejorar la fuerza muscular y aumentar la resistencia al ejercicio y el acondicionamiento físico;
aparatos para ejercicios, como bicicletas fijas, caminadoras y otros equipos;
información y acompañamiento del paciente y la familia, lo que incluye información sobre la enfermedad y habilidades de autogestión;
ayuda para dejar de fumar;
control del estrés y apoyo emocional;
asesoramiento nutricional;
asistencia con los equipos de respiración asistida para el hogar, como oxígeno y nebulizadores; y
asesoramiento laboral.