La rehabilitación neurológica está destinada a ayudar a las personas con enfermedades, lesiones o trastornos del sistema nervioso. A menudo permite aumentar la capacidad funcional, aliviar los síntomas y mejorar el bienestar de una persona.
Existen muchos problemas de salud que pueden dañar el sistema nervioso. Algunas de las afecciones que la rehabilitación neurológica puede ayudar a mejorar son las siguientes:
Trastornos vasculares, como ataque cerebral, hemorragia en el cerebro o ataques isquémicos transitorios (AIT)
Infecciones, como meningitis, encefalitis, polio y abscesos cerebrales
Traumatismos, como lesiones cerebrales y de la médula espinal
Trastornos estructurales o neuromusculares, como parálisis facial, artrosis cervical, síndrome del túnel carpiano, tumores cerebrales o de la médula espinal, neuropatía periférica, distrofia muscular, miastenia grave y síndrome de Guillain-Barré
Trastornos funcionales, como dolores de cabeza, convulsiones, mareos y neuralgia
Trastornos degenerativos, como enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad de Alzheimer y corea de Huntington
Los programas de rehabilitación neurológica pueden realizarse en un hospital o en el ámbito ambulatorio. El equipo de rehabilitación neurológica puede incluir a los siguientes profesionales:
Neurólogo/neurocirujano
Traumatólogo/cirujano ortopédico
Fisiatra
Médico especialista en medicina interna
Otros médicos especialistas
Especialistas en rehabilitación
Enfermero titulado
Nutricionista certificado
Fisioterapeuta
Terapeuta respiratorio
Terapeuta ocupacional
Fonoaudiólogo
Trabajador social
Psicólogo/psiquiatra
Terapeuta recreativo
Administrador de casos
Audiólogo
Capellán
Asesor vocacional
El programa de rehabilitación neurológica está diseñado para satisfacer sus necesidades individuales, dependiendo de su problema o enfermedad específicos. La participación activa suya y de su familia es fundamental para el éxito del programa.
El objetivo del programa de rehabilitación es ayudarlo a recuperar el máximo nivel posible de capacidad funcional y de independencia. Al mismo tiempo, busca mejorar la calidad de vida general, tanto física, como emocional y social.
Para colaborar en el logro de estos objetivos, el programa puede incluir lo siguiente:
Ayuda con las actividades cotidianas, como comer, vestirse, bañarse, ir al baño, escribir a mano, cocinar y hacer tareas de limpieza básicas
Sesiones de fonoaudiología para ayudar con el habla, la lectura, la escritura o la deglución
Control del estrés, la ansiedad y la depresión
Reentrenamiento de la vejiga y del intestino
Actividades para mejorar el movimiento, el control muscular, la marcha y el equilibrio
Programas de ejercicio para mejorar el movimiento, prevenir o reducir la debilidad causada por la falta de uso, controlar los espasmos musculares y el dolor, y mantener la amplitud de movimiento
Reentrenamiento de las habilidades sociales y conductuales
Asesoramiento nutricional
Participación en grupos de apoyo de la comunidad
Actividades para mejorar los problemas de concentración, atención, memoria y capacidad de juicio
Colaborar en la obtención de dispositivos de asistencia que promuevan la independencia
Educación y orientación
Medidas de seguridad e independencia y necesidades de atención en el hogar
Tratamiento del dolor
Asesoramiento vocacional