En la mayoría de los casos, usted puede estar con su bebé en la UCIN en cualquier momento. El equipo de la UCIN le brindará instrucciones sobre las técnicas especiales del lavado de manos antes de ingresar al área. A veces, se necesitan barbijos. Ocasionalmente, durante un procedimiento, o cuando el equipo del hospital está haciendo "rondas" con otras familias, se les puede pedir a los padres que esperen unos minutos antes de ingresar. Aunque la mayoría de las UCIN permiten que otros miembros de la familia visiten al bebé, es una buena idea limitar las visitas. Muchos bebés enfermos y prematuros son muy susceptibles a las infecciones. Los hermanos deben ser cuidadosamente examinados para ver si tienen signos de resfriados u otras enfermedades y se los debe ayudar a lavarse las manos correctamente antes de visitar a su hermanito o hermanita.
La mayoría de los padres encuentran que involucrarse con el cuidado de sus bebés les brinda una sensación de control y los ayuda a acercarse a su bebé. Esto también es importante para el bebé, ya que lo ayuda a sentirse seguro y amado. Una vez que la condición del bebé se estabiliza, se alienta a los padres a que lo alcen y lo acunen, especialmente piel a piel. El equipo en la UCIN puede mostrarle cómo cuidar a su bebé en varias maneras. Aprender estos aspectos del cuidado es útil para que usted esté preparado para llevarlo a casa.
Tener un bebé en la UCIN puede ser una conmoción para muchos padres. Pocos padres esperan complicaciones en el embarazo o que su bebé esté enfermo o sea prematuro. Es algo natural tener diferentes emociones mientras intenta enfrentarse a las dificultades de un bebé enfermo.
Algunas respuestas comunes ante la experiencia de tener un bebé en la UCIN pueden incluir lo siguiente:
Conmoción por un parto inesperado
Debilidad física de la madre después del nacimiento
Desilusión por no tener un bebé saludable
Sentimientos de impotencia
Miedo por los procedimientos y análisis
Separación del bebé
Enojo con uno mismo y los demás
Sentimientos de culpa sobre cosas realizadas o no realizadas
Llanto, tristeza, alteración emocional
Miedos sobre el futuro, preocupaciones sobre los resultados a largo plazo
Los padres responden a estos sentimientos de diferentes maneras. Algunos expresan sus preocupaciones de manera abierta, mientras que otros se guardan sus sentimientos. Algunos padres pueden no querer desarrollar una relación cercana con su bebé, o esperar para ponerle el nombre. Afrontar todos estos sentimientos y emociones es generalmente más fácil con la ayuda de otros que ya han pasado por lo mismo. Asegúrese de preguntar sobre los grupos de apoyo de padres y miembros del equipo del hospital (por ejemplo, trabajadores sociales y consejeros) que pueden ayudar. La mayoría de los padres encuentra que el tiempo fuera de la UCIN puede ayudarles a afrontar mejor la situación y a lidiar con sus emociones.
Es normal que los padres sientan enojo, culpa, tristeza u otras emociones negativas. Pero, en ocasiones, estos sentimientos se vuelven realmente intensos y quizás necesite algo de ayuda para procesarlos. Si ha tenido estos sentimientos por más de dos semanas después del nacimiento de su bebé, o si sus sentimientos empeoran, o le impiden cuidar de su bebé o de usted mismo, debe buscar ayuda profesional. Si tiene pensamientos de hacerse daño a usted mismo o a otras personas, necesita buscar ayuda de inmediato. Llame a su proveedor de atención médica y asegúrese de que comprenda que se trata de un problema grave. También puede llamar al 911 (o a su servicio de emergencia local) o ir al departamento de emergencia del hospital de su zona.