Reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) para detectar ADN de Toxoplasma gondii.
Es un análisis para diagnosticar una infección por Toxoplasma gondii (T. gondii) en un bebé que está en el útero. T. gondii es un parásito. En esta prueba se examina si este parásito se encuentra en el líquido amniótico que rodea al bebé.
Las personas pueden contraer una infección por este parásito si ocurre algo de lo siguiente:
Comen carne infectada que no está bien cocida, como cordero, venado, cerdo o mariscos (ostras, almejas, mejillones).
Comen alimentos contaminados por cuchillos, utensilios, tablas para cortar u otros alimentos que hayan estado en contacto con la carne infectada.
Beben agua contaminada.
Se tragan el parásito después de haber estado expuestos al limpiar arena de gato infectada.
En los adultos saludables, esta infección por lo general no provoca síntomas. T. gondii puede ser un problema si la mujer se infecta por primera vez estando embarazada. El parásito puede desplazarse hasta el feto. Puede provocar anomalías congénitas (defectos de nacimiento), como daño cerebral y problemas graves en la vista. Aun si el niño no parece afectado cuando nace, podría tener problemas más adelante. Por lo general, las mujeres que se infectan antes de quedar embarazadas no transmiten la enfermedad al feto.
Es posible que necesite esta prueba si está embarazada y su proveedor de atención médica cree que usted tiene una infección nueva por T. gondii. Los resultados permiten elegir un tratamiento que ayude a impedir que el bebé tenga problemas de salud.
Es posible que su proveedor de atención médica quiera hacerle una prueba de detección de anticuerpos IgM e IgG. El sistema inmunitario los genera para combatir al parásito. Estas pruebas permiten determinar si se infectó durante el embarazo. También es posible que le hagan análisis de sangre para detectar el parásito.
Quizás tenga que hacerse una prueba de diagnóstico por imágenes, como una tomografía computarizada o una ecografía. Es para examinar al bebé dentro del útero.
Los resultados de la prueba pueden variar según su edad, antecedentes médicos, el método utilizado para el análisis y otros factores. Es posible que los resultados no signifiquen que tenga algún problema. Para saber qué significan, hable con su proveedor de atención médica.
Si los resultados dan negativo, usted y su bebé no tienen el parásito. Si el resultado da positivo, significa que usted y su bebé tienen el parásito.
Para esta prueba, se toma una muestra del líquido amniótico que rodea al feto en el útero. Se hace mediante una amniocentesis. El proveedor de atención médica usará una ecografía como guía y le insertará una aguja delgada y larga en el abdomen hasta llegar al útero. Extraerá una pequeña muestra de líquido amniótico para analizarlo.
Entre los riesgos de la amniocentesis, se incluyen los siguientes:
Cólicos y molestia
Sangrado vaginal
Lesión al bebé
Pérdida de líquido amniótico
Aborto espontáneo, que puede ocurrir en aproximadamente 1 de cada 300 a 500 procedimientos
Riesgo de que el bebé se contagie una infección crónica que usted ya tenga, como hepatitis o VIH
En esta prueba no se detectará ADN de T. gondii en el líquido amniótico si genera anticuerpos contra el parásito durante el primer trimestre.
Pregunte a su proveedor de atención médica si necesita hacer algo en especial para prepararse para esta prueba. Además, asegúrese de que su proveedor de atención médica sepa todos los medicamentos, los productos a base de hierbas, las vitaminas y los suplementos que usted usa. Esto incluye los medicamentos que no necesitan receta y toda droga ilegal que pudiera estar consumiendo.