En la actualidad, son más las personas que sobreviven al cáncer que antes. De hecho, millones de estadounidenses con antecedentes de cáncer están vivos. Muchos de ellos fueron diagnosticados hace muchos años. A medida que más y más personas sobreviven más tiempo, nos encontramos con nuevos problemas causados por el cáncer, los tratamientos o ambos. Estos problemas se denominan efectos tardíos y pueden ocurrir meses o años después de finalizar el tratamiento.
Los proveedores de atención médica intentan descubrir por qué las personas tienen efectos tardíos, quiénes podrían tener mayor riesgo de padecerlos y qué se puede hacer para prevenirlos o controlarlos. Entre los efectos tardíos se incluyen problemas físicos, efectos psicológicos, un segundo cáncer y otros problemas. Los efectos tardíos pueden depender de lo siguiente:
El tipo de cáncer que tuvo
La edad que tenía cuando lo diagnosticaron y trataron
El tipo de tratamientos que recibió
El hecho de tener cáncer no significa que tendrá efectos tardíos. Pregúntele al equipo de atención médica sobre su riesgo de padecer efectos tardíos, cuáles podrían ser, qué puede hacer para prevenirlos y cómo controlarlos, en caso de que los tenga.
Los problemas físicos pueden afectar cualquier parte o función del cuerpo. Algunas personas tienen problemas en los huesos, los músculos, la audición, la respiración, el estómago, los riñones, la vejiga, la sangre y la médula ósea. Otras personas pueden tener problemas hormonales. Por ejemplo, los niños pueden tener problemas de crecimiento y durante la pubertad. En el caso de los adultos, pueden experimentar menopausia prematura, infertilidad o problemas sexuales. Algunas personas tienen solo un problema, mientras que otras pueden tener varios. Se desconoce por qué a algunas personas les pasa y a otras no.
A continuación se presentan algunos tratamientos y los efectos tardíos comunes relacionados con cada uno de ellos. Tenga en cuenta que esta lista no está completa. Hable con el proveedor de atención médica para saber a qué debe prestar atención.
Radiación. Los efectos tardíos de la radiación dependen de qué parte del cuerpo se trató y de cuánta radiación se administró. Por ejemplo, si recibió el tratamiento en la cabeza, los posibles efectos tardíos pueden incluir cataratas y problemas dentales. Si recibió tratamiento en el abdomen o el área pélvica, podría tener problemas intestinales o de vejiga.
Cirugía. Los efectos tardíos de la cirugía también dependen de qué parte del cuerpo se operó y qué se hizo. Si se somete a una cirugía de ganglios linfáticos, es posible que tenga hinchazón en el brazo o la pierna (linfedema). Si se sometió a una cirugía abdominal, en ocasiones, el tejido cicatricial puede causar problemas intestinales.
Quimioterapia. Los efectos tardíos de la quimioterapia dependen del tipo y la cantidad de medicamentos administrados. Algunos medicamentos pueden hacer daño al corazón y a los pulmones. Otros pueden afectar los nervios o causar problemas de memoria.
Dificultades en el aprendizaje. Algunos cánceres y sus tratamientos pueden causar problemas de aprendizaje. Es decir, pueden afectar la forma en que la persona aprende y recuerda las cosas. Por ejemplo, muchas personas que reciben tratamiento por tumores cerebrales deben hacer rehabilitación cognitiva para poder recordar y aprender. Los investigadores también están estudiando un fenómeno llamado quimiocerebro. Esto sucede cuando la quimioterapia afecta la atención, la memoria y otras funciones del pensamiento.
Problemas emocionales. Es normal que se preocupe por las pruebas que debe hacerse o por que el cáncer regrese. Pero cuando la preocupación o el miedo se apoderan de su vida, es posible que necesite ayuda. La depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT) son posibles efectos del cáncer y su tratamiento. También puede deprimirse debido a problemas causados por efectos tardíos. Por ejemplo, si el cáncer o el tratamiento le causaron infertilidad o esterilidad, es posible que se sienta deprimido porque no puede tener hijos.
La depresión es una enfermedad grave. Si está deprimido, es posible que le suceda lo siguiente:
Se concentra en las cosas malas
No disfruta la vida
Siente que no vale la pena vivir la vida
Siente que es una carga para los demás
Siente que no merece ninguna ayuda
No tiene energía
Se aleja de sus amigos y familiares
Algunos sobrevivientes de cáncer tienen TEPT. Esto significa que les cuesta adaptarse a la vida con cáncer o sobrevivir al cáncer. Si tiene TEPT, es posible que le suceda lo siguiente:
Tiene sueños o recuerdos sobre el cáncer o el tratamiento
Hay determinadas imágenes, sonidos u olores que lo hacen sentirse muy asustado, enojado o molesto
Tiene problemas para dormir
Tiene dificultad para pensar con claridad
Si cree que tiene depresión o TEPT, es importante que busque ayuda. El equipo de atención médica puede sugerirle un consejero con quien hablar o darle medicamentos que puedan ayudarlo.
Desarrollar un segundo cáncer no suele ocurrir con tanta frecuencia. Pero es posible. Podría desarrollar un segundo cáncer debido al tratamiento que recibió para curar el primer cáncer. La quimioterapia y la radiación son dos tratamientos que pueden causar un segundo cáncer. Además, el cáncer es hereditario en algunas familias que pueden tener más probabilidades de padecer más de un cáncer. Si tiene hábitos que aumentan el riesgo de padecer cáncer, como consumir tabaco, también podría desarrollar otro cáncer.
Pregúntele al proveedor de atención médica qué cánceres podría tener un mayor riesgo de padecer y qué puede hacer para reducir el riesgo o detectarlos de manera temprana. En algunos casos, el proveedor de atención médica puede recomendarle que se haga pruebas de detección de cáncer con mayor frecuencia.
Es importante hablar con el proveedor de atención médica sobre los efectos tardíos. El proveedor puede indicarle qué problemas podría tener, qué puede hacer para prevenirlos y cómo controlarlos, en caso de que los tenga. Recuerde que muchos sobrevivientes de cáncer no desarrollan ningún efecto tardío. Visite al proveedor de manera periódica para hacerse controles. Pregunte si hay programas y grupos de apoyo para los sobrevivientes de cáncer y sus familias. Por último, recuerde que, si se siente preocupado o deprimido o le cuesta sobrellevar la situación, debe hablar con un proveedor de salud mental. Puede ser un trabajador social clínico capacitado, un psicólogo clínico o un psiquiatra.
Vivir con cáncer es difícil. A veces, sobrevivir también puede ser difícil. Puede obtener ayuda.