El cáncer está formado por células que mutan y se multiplican de manera descontrolada. Las células que mutan (anormales) crecen hasta formar un bulto o una masa llamada tumor. Las células cancerosas también pueden crecer en zonas cercanas (invadirlas). También pueden propagarse a otras partes del cuerpo. Este proceso se denomina metástasis.
El cáncer de piel es una enfermedad que empieza en las células de la piel. El cáncer de piel no melanoma es el tipo de cáncer más común en los EE. UU. Los tipos de cáncer de piel no melanoma más frecuentes se llaman queratinocitos. Estos cánceres tienen 2 tipos principales, llamados cáncer de piel de células basales y cáncer de piel de células escamosas. El cáncer de piel de células basales es mucho más frecuente que el cáncer de piel de células escamosas. La causa más frecuente de ambos tipos son los daños por la exposición a luz ultravioleta del sol con el tiempo.
Hay otros tipos menos frecuentes de cáncer de piel no melanoma. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
Carcinoma de células de Merkel
Linfoma cutáneo de células T
Sarcoma de Kaposi
Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta las probabilidades de tener una enfermedad. A veces, es posible que no se pueda determinar la causa exacta de un cáncer. Pero los factores de riesgo pueden aumentar las probabilidades de su aparición. Algunos factores de riesgo no se pueden controlar. Pero hay hábitos que sí se pueden cambiar.
Los factores de riesgo más comunes del cáncer de piel no melanoma incluyen los siguientes:
Mucho tiempo de exposición al sol
Uso de camas, cabinas y lámparas solares
Determinadas características, como la piel blanca, el pelo claro (rojo o rubio) y los ojos claros (verdes, azules o grises)
Abundancia de pecas y facilidad para quemarse la piel al sol
Antecedentes personales de cáncer o precáncer de piel
Edad avanzada
Ser hombre
Sistema inmunitario debilitado
Exposición a cantidades grandes de arsénico
Tratamiento de radiación anterior
Cicatrices, quemaduras o piel inflamada
Tabaquismo
Infección por VPH (virus del papiloma humano)
Determinadas afecciones hereditarias poco frecuentes, como la xerodermia pigmentosa
Medicamentos que pueden aumentar la sensibilidad de la piel a las quemaduras por el sol
Hable con el proveedor de atención médica sobre sus factores de riesgo de cáncer de piel no melanoma y pregúntele qué puede hacer al respecto.
No hay una forma segura de prevenir el cáncer de piel no melanoma. Pero puede tomar ciertas medidas para reducir el riesgo de tenerlo, como las siguientes:
Usar un protector solar con factor de protección de 30 o más alto
No usar camas, cabinas o lámparas solares
Limitar la exposición al sol cuando los rayos ultravioletas son más fuertes, entre las 10 a. m. y las 4 p. m.
Usar lentes de sol (protección UVA/UVB del 100 %)
Usar ropa para proteger la cara y el cuello, además de cubrir el cuerpo
Hacerse controles de la piel
Tratar el precáncer de piel de manera temprana
Quizá pueda detectar el cáncer de piel temprano, cuando todavía es más fácil de tratar, con un autoexamen frecuente de la piel. Si tiene riesgo, vea a un dermatólogo con frecuencia. También puede ayudar a detectar el cáncer de piel cuando sea más fácil de tratar. Sepa cuál es el aspecto de su piel y sus lunares. Hable con el proveedor de atención médica acerca de bultos, manchas u otras marcas que aparezcan en la piel. Muéstrele al proveedor cualquier zona de la piel que no luzca normal.
El cáncer de piel no melanoma a menudo se desarrolla en zonas expuestas al sol, como la cabeza, la cara, el cuello, los bordes de los oídos, los brazos, las manos, el tronco del cuerpo (pecho, abdomen y espalda) y las piernas. Pero puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Puede tener el aspecto de un bulto nuevo. O puede ocurrir como un cambio en el tamaño o en el color de un bulto que ya tiene. Estos cambios pueden ser lentos o rápidos.
Estos son algunos de los signos posibles de los cánceres de piel no melanoma más frecuentes:
Un bulto pequeño y elevado que es brillante o nacarado
Una mancha pequeña y plana que es escamosa, tiene forma irregular y es de color pálido, rosa o rojo
Llagas que no se curan
Un crecimiento con bordes elevados, una zona más baja en el centro y partes de color marrón, azul o negro
Un bulto que parece una verruga y puede sangrar o formar costra
Parches escamosos o bultos que suelen ser rojos o morados y pican
Otros problemas de salud pueden causar muchos de estos síntomas. Pero es fundamental que consulte con el proveedor de atención médica si tiene alguno de estos síntomas. Solo un proveedor de atención médica puede determinar si tiene cáncer.
El diagnóstico de cáncer de piel comienza con el examen de un bulto, una mancha u otra marca en la piel. Si el proveedor de atención médica considera que puede tener cáncer de piel no melanoma, tendrá que hacerse determinados exámenes y pruebas. El proveedor de atención médica puede pedirle que visite a un proveedor especializado en la piel llamado dermatólogo. El proveedor de atención médica le preguntará acerca de la historia clínica, los síntomas, los factores de riesgo y los antecedentes familiares de enfermedades. También le hará una exploración física. Es posible que le hagan una biopsia.
Una biopsia es la única forma de confirmar si tiene cáncer. Se toman trozos pequeños de tejido del tumor y se analiza en un laboratorio si hay células cancerosas. Los resultados estarán listos en aproximadamente 1 semana.
Si al proveedor de atención médica le preocupa que su caso de cáncer de piel sea más agresivo, es probable que le hagan otras pruebas. Estas pruebas permiten a los proveedores de atención médica obtener más información sobre el cáncer. Pueden servirles para determinar el estadio del cáncer. El estadio se refiere al alcance del cáncer y si se ha propagado (si hizo metástasis) en el cuerpo. Es uno de los factores más importantes a la hora de tomar una decisión con respecto al tratamiento.
Una vez que se identifique el estadio del cáncer, el proveedor de atención médica le dirá qué tipo de tratamiento es más conveniente según ese estadio. Pídale al proveedor que le explique el estadio de manera que usted pueda comprenderlo.
Las opciones de tratamiento dependen del tipo de cáncer de piel no melanoma, del tamaño, de su ubicación y estadio. También dependen de los resultados de las pruebas. El objetivo del tratamiento podría ser curar o controlar el cáncer, o mitigar los problemas que causa. Hable con el equipo de atención médica sobre sus opciones de tratamiento, los objetivos del tratamiento y los posibles riesgos y efectos secundarios. También debe tenerse en cuenta si el cáncer se puede extirpar con cirugía y su salud en general.
El tratamiento contra el cáncer puede ser localizado o sistémico. Los tratamientos localizados permiten eliminar, destruir o controlar las células cancerosas en una zona determinada. El tratamiento sistémico se usa para destruir o controlar las células cancerosas que pueden haberse propagado por el cuerpo. La cirugía y la radiación son tratamientos localizados. La quimioterapia es un tratamiento sistémico cuando se administra en pastillas o inyecciones. Puede hacer un tratamiento o varios.
El cáncer de piel no melanoma puede tratarse de las siguientes formas:
Cirugía
Aplicación de cremas en la zona afectada
Quimioterapia
Terapia dirigida
Radioterapia
Fototerapia dinámica
Inmunoterapia
Hable con los proveedores de atención médica sobre las opciones de tratamiento. Haga una lista de preguntas. Piense acerca de los beneficios y los posibles efectos secundarios de cada opción. Hable con el proveedor de atención médica sobre todas las inquietudes antes de tomar una decisión.
Los tratamientos contra el cáncer, como la radioterapia, pueden dañar las células normales. Esto puede causar efectos secundarios, como piel roja y seca o ardor en la zona que se trata, riesgo de infección y pérdida de pelo y sarpullido en la zona que se trata.
La cirugía es la forma más común de tratar el cáncer de piel no melanoma. Hay muchos tipos de cirugía que se pueden usar para extirpar el cáncer. Los efectos secundarios de los procedimientos quirúrgicos dependen del tipo de procedimiento. Pueden incluir secuelas como moretones, riesgo de infección, cicatrices, dolor, enrojecimiento o hinchazón en el lugar.
Consulte al proveedor de atención médica sobre los efectos secundarios que podría tener y cómo controlarlos. Tal vez haya cosas que puedan hacerse y medicamentos que puedan administrarse para ayudar a prevenir los efectos secundarios o mantenerlos bajo control.
Un dermatólogo puede tratar la mayoría de los cánceres de piel no melanoma y no suele haber riesgo de muerte. Sin embargo, las personas pueden preocuparse o sentirse estresadas cuando se enfrentan con el cáncer no melanoma. Recibir tratamiento para el cáncer puede ser difícil para el cuerpo y la mente. Hable con el equipo de atención médica acerca de cualquier problema o inquietud que tenga. Colaboren para mitigar las consecuencias del cáncer y los síntomas en la vida diaria.
Las siguientes son algunas sugerencias:
Hable con sus amigos o familiares.
Pida ayuda a su equipo de atención médica o a un trabajador social.
Consulte con un consejero.
Hable con un asesor espiritual, como un pastor o un rabino.
Pregúntele a su equipo de atención médica acerca de los medicamentos para la ansiedad o la depresión.
Mantenga una vida social activa.
Únase a un grupo de apoyo para el cáncer.
El tratamiento contra el cáncer también puede afectar el cuerpo de manera significativa. Para mantenerse sano, haga lo siguiente:
Siga una dieta saludable, con alimentos con alto contenido proteico.
Beba mucha agua, jugos de frutas y otros líquidos.
Haga ejercicio físico.
Descanse lo necesario.
Hable con el equipo de atención médica acerca de las maneras de controlar los efectos secundarios del tratamiento.
Adminístrese los medicamentos tal como se lo haya indicado el equipo.
El proveedor de atención médica le indicará cuándo debe llamar. Le dirán que llame si presenta cualquiera de los siguientes síntomas:
Síntomas nuevos o que empeoran
Signos de infección, como fiebre
Efectos secundarios del tratamiento que afectan la función diaria o que no mejoran con el tratamiento
Pregunte al proveedor de atención médica a qué signos debe prestar atención y cuándo debe llamarlo. Sepa cómo obtener ayuda fuera del horario de atención del consultorio y durante los fines de semana o los feriados.
Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.
Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.
Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice el proveedor.
En la consulta, anote el nombre de los diagnósticos nuevos y de todo medicamento, tratamiento o prueba nuevos. También anote las instrucciones que el proveedor le indique.
Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento y cómo lo ayudará. Conozca los efectos secundarios.
Pregunte si la afección se puede tratar de otra forma.
Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se hace la prueba o el procedimiento.
Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.
Sepa cómo comunicarse con el proveedor si tiene preguntas, sobre todo después del horario de atención y durante los fines de semana y los días festivos.