Al diagnosticar una enfermedad hepática, el proveedor de atención médica observa los síntomas y realiza una exploración física.
Los signos y síntomas comunes de las enfermedades hepáticas incluyen los siguientes:
Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia)
Colestasis (cálculos biliares)
Inflamación del hígado
Hipertensión portal (aumento de la presión en la vena porta, que es una vena principal que conduce al hígado)
Varices esofágicas (venas agrandadas o hinchadas en la parte inferior del esófago, que es el tubo que lleva alimentos y líquidos desde la boca hasta el estómago)
Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis)
Encefalopatía hepática (un trastorno que ocurre con una enfermedad hepática grave y hace que las toxinas se acumulen en la sangre, lo que puede afectar la función del cerebro)
Insuficiencia hepática
Sangrado anormal
Picazón intensa
Sensación de mucho cansancio (fatiga)
El proveedor puede pedir una biopsia del hígado, pruebas de la función hepática o un ultrasonido. También puede pedir un tomografía computarizada (CT, por su sigla en inglés) o resonancia magnética (MRI, por su sigla en inglés), una colangiopancreatografía endoscópica retrógrada (ERCP, por su sigla en inglés) o un ultrasonido endoscópico (EUS, por su sigla en inglés).
Es la coloración amarillenta de la piel y los ojos. Esto ocurre cuando tiene muy alto los niveles de pigmentos biliares (bilirrubina) en la sangre. La orina suele ser oscura. Esto se debe a que la bilirrubina se expulsa del cuerpo a través de los riñones. Altos niveles de bilirrubina pueden estar relacionados a una inflamación, otros problemas de las células del hígado o conductos biliares bloqueados. En ocasiones, la ictericia se produce por la descomposición de una gran cantidad de glóbulos rojos. Esto puede pasar en los recién nacidos. La ictericia suele ser el primer signo de una enfermedad hepática. En ocasiones, es el único signo.
La colestasis es cualquier afección en la que el flujo de bilis se ralentiza o se detiene. Cole se refiere a la bilis y stasis significa detención. El flujo de la bilis puede estar bloqueado dentro o fuera del hígado, o en ambos lugares. Entre los síntomas, se encuentran los siguientes:
Ictericia
Orina oscura
Heces pálidas
Sangrado abundante
Picazón
Ascitis
Escalofríos
Dolor de los conductos biliares, de la vesícula biliar o del páncreas
Agrandamiento de la vesícula biliar
Algunas causas de la colestasis son las siguientes:
Hepatitis
Enfermedad hepática alcohólica
Cirrosis biliar primaria
Efectos secundarios de los medicamentos
Cambios hormonales durante el embarazo
Cálculos en las vías biliares
Conducto biliar estrecho
Cáncer en el conducto biliar
Cáncer de páncreas
Inflamación del páncreas
El agrandamiento del hígado suele ser un signo de una enfermedad hepática. A menudo no hay síntomas relacionados con un hígado levemente agrandado (hepatomegalia). Los síntomas de un hígado muy agrandado incluyen malestar abdominal o sensación de saciedad. A medida que la enfermedad hepática empeora y se desarrolla cirrosis, el hígado se encoge debido a la cicatrización.
La hipertensión portal es la presión arterial alta en la vena porta. Esta vena envía sangre del hígado al intestino y al bazo. La hipertensión portal puede ocurrir debido al aumento de la presión arterial en los vasos sanguíneos portales. O puede ser causada por la disminución del flujo de sangre a través del hígado. La hipertensión portal puede ocasionar el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos (vasos sanguíneos colaterales). Estos conectan el flujo de sangre del intestino al sistema de circulación general. Evitan el hígado. Cuando esto sucede, las sustancias que normalmente son eliminadas por el hígado pasan al sistema de circulación general. Los síntomas de la hipertensión portal pueden incluir los siguientes:
Várices esofágicas
Encefalopatía hepática
Problemas o insuficiencia renales (síndrome hepatorrenal)
Agrandamiento del bazo
Las várices esofágicas son venas agrandadas (dilatadas) en el extremo inferior del esófago. Es posible que sangren. Pueden aparecer en personas con una enfermedad hepática grave. Son causadas por la hipertensión portal. Esto es la presión arterial alta en la vena porta que ocurre cuando tiene una enfermedad hepática. La vena porta se encarga de suministrar sangre al hígado. Con el tiempo, esta presión causa el crecimiento de vasos sanguíneos adicionales (vasos sanguíneos colaterales). Los vasos actúan como canales para redirigir la sangre bajo alta presión. La presión adicional en estos vasos hace que se agranden. Con el tiempo, estos vasos pueden alcanzar la parte inferior del esófago y del estómago. Son propensos a estallar (ruptura). La ruptura puede causar una gran pérdida de sangre por vómitos. O puede perder sangre a través del tubo digestivo. Los siguientes son algunos síntomas de várices esofágicas:
Vómitos de sangre sin dolor
Heces negruzcas, alquitranadas o con sangre
Menor cantidad de orina de lo normal
Exceso de sed
Mareos
Palidez
Recuento bajo de glóbulos rojos (anemia)
Es la acumulación de líquido en la cavidad del vientre (abdominal). Es causada por fugas de líquido de la superficie del hígado y del intestino. La ascitis por enfermedad hepática a menudo ocurre con otros síntomas de enfermedad hepática, como la hipertensión portal. Los síntomas de la ascitis pueden incluir hinchazón en el abdomen. Esto provoca dolor leve y falta de aire. Los causas de la ascitis pueden incluir las siguientes:
Cirrosis hepática, especialmente la cirrosis causada por el alcoholismo
Hepatitis alcohólica
Obstrucción de la vena hepática
La ascitis también puede ser causada por enfermedades no hepáticas.
La ascitis puede infectarse. Esto se conoce como peritonitis bacteriana espontánea.
La encefalopatía hepática significa daño al cerebro y sistema nervioso. Esto ocurre debido que las sustancias tóxicas se acumulan en la sangre. Estas toxinas normalmente son eliminadas por el hígado. La encefalopatía hepática también es conocida como encefalopatía portosistémica, encefalopatía o coma hepáticos. Entre los síntomas, se encuentran los siguientes:
Problemas de conocimiento
Cambios en el razonamiento lógico, la personalidad y el comportamiento
Cambios del estado de ánimo
Juicio deficiente
Somnolencia
Confusión
Habla y movimientos lentos
Desorientación
Pérdida del conocimiento
Coma
Convulsiones (poco frecuente)
Rigidez en los músculos o temblor
Movimiento incontrolable
La insuficiencia hepática es un deterioro grave de la función del hígado. Esto ocurre cuando una gran parte del hígado sufre daño debido a cualquier tipo de trastorno hepático. Entre los síntomas, se encuentran los siguientes:
Tendencia a tener moretones o sangrar con facilidad
Ascitis (consulte descripción anterior)
Deterioro de la función cerebral
Deterioro general de la salud
Cansancio extremo (fatiga)
Debilidad
Náuseas
Pérdida del apetito
Diarrea